Se ha tenido un contacto especial con nuestras Diócesis. Se envió un formulario electrónico para conocer su estado a raíz de la contingencia. Como fruto se logró entrevista profesional con los obispos de Huejutla, Altamirano, Tlapa, Chilpancingo, Tarahumara y Ciudad Altamirano. Resultado: Situación alarmante por la pobreza de los habitantes y sacerdotes.