El apoyo de Fundación Cristo Sacerdote se refleja, fundamentalmente, en las Diócesis más pobres de México, donde ha impactado y cambiado la forma de vida de alrededor de 2,115 personas de manera directa e indirectamente y la de todo aquel que vive en torno de ellas.
Esa es nuestra mayor satisfacción: asistir y apoyar a los sacerdotes para que mejoren su forma de vida, dado que sabemos que los religiosos, quienes son nuestra máxima prioridad, lo entregan todo a sus fieles, a través de una relación tan profunda que se olvidan de sus propios intereses y hasta de sus necesidades básicas.
Uno de nuestros más grandes logros es la creación de “réplicas”, esto es, cuando damos asistencia a alguna Diócesis y la orientación que recibe de nuestra parte resulta tan satisfactoria que, al final del proceso asistencial, la Diócesis y/o personas de la localidad o cercanas a ella son capaces de continuar con el modelo de manera autónoma, apegados a los principios, el diseño, la estructura y las acciones propias de FCS, sabiendo de antemano que nosotros permaneceremos pendientes de cualquier detalle o asunto que llegaran a necesitar. La Diócesis de Atlacomulco es un buen ejemplo de esto.